La compañía taiwanesa Gold Apollo dijo el miércoles que había autorizado el uso de su marca en los bípers que explotaron en Líbano y Siria en una aparente operación israelí contra Hezbollah, pero fueron fabricados por otra compañía con sede en Budapest.
Los bípers utilizados por cientos de miembros de la milicia Hezbollah explotaron el martes de forma casi simultánea en Líbano y Siria. Al menos nueve personas murieron, incluida una niña de 8 años, y casi 3,000 resultaron heridas.
Hezbollah y el gobierno libanés culparon a Israel por lo que parecía ser un sofisticado ataque a distancia.
Un funcionario estadounidense dijo que Israel había informado a Estados Unidos el martes cuando hubo concluido la operación, en la que se detonaron pequeñas cantidades de explosivos ocultas en los dispositivos. La persona habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a comentar la información de forma pública.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Tampa aquí.
QUÉ SE SABE DE LOS BÍPERS QUE ESTALLARON
Los bípers AR-924 utilizados por los milicianos fueron fabricados por BAC Consulting KFT, con sede en la capital de Hungría, según un comunicado publicado el miércoles por Gold Apollo.
“Según el acuerdo de cooperación, autorizamos a BAC a utilizar nuestra marca comercial para ventas de productos en regiones designadas, pero el diseño y la manufactura de los productos son únicamente responsabilidad de BAC”, indicó el comunicado.
El presidente de Gold Apollo, Hsu Ching-kuang, dijo a los periodistas el miércoles que su empresa tiene un acuerdo con BAC desde hace tres años, aunque no presentó una prueba del contrato.
En torno a las 3:30 p.m., mientras la gente compraba comida, se sentaba en cafeterías o manejaba autos y motocicletas en el tráfico vespertino, los bípers en sus manos o bolsillos empezaron a calentarse y después explotaron, dejando escenas salpicadas de sangre y testigos en pánico.
Parecía que muchos de los afectados eran miembros de Hezbollah, pero en un primer momento no estaba claro si también personas que no formaran parte de la milicia llevaban los dispositivos que estallaron.
¿SE PUSO MATERIAL EXPLOSIVO EN LOS BÍPERS?
Los expertos creen que el material explosivo se colocó en los dispositivos antes de que fueran entregados y utilizados, en una sofisticada infiltración en la cadena de suministro.
El AR-924, anunciado como “robusto”, contiene una batería recargable de litio, según los detalles que se anunciaban en el sitio web de Gold Apollo, antes de que aparentemente fuera eliminado del sitio tras el ataque del martes. El dispositivo podía recibir mensajes de texto de hasta 100 caracteres.
También indicaba que la batería duraba hasta 85 días. Eso podría ser crucial en Líbano, donde los cortes de electricidad son habituales en medio de la debacle económica que afecta desde hace años a la pequeña nación mediterránea. Además, los bípers funcionan en una red móvil diferente de la de los celulares, lo que los hace más resilientes ante emergencias, uno de los motivos por los que hospitales de todo el mundo aún los utilizan.
En el caso de Hezbollah, los milicianos también veían los dispositivos como una forma de contrarrestar lo que se cree es una intensa vigilancia electrónica israelí de las redes celulares en todo el país.
“El teléfono que tenemos en la mano —yo no tengo un teléfono en la mano— es un dispositivo de escucha”, advirtió el jefe de Hezbollah Hassan Nasrallah, en un discurso en febrero.
Más tarde añadió: “Les digo que el teléfono en sus manos, en las manos de su esposa, y en las manos de sus hijos, es el agente. Es un agente mortal, no uno cualquiera. Es un agente mortal que proporciona información específica y fiable. Por lo tanto, hacerle frente requiere una gran seriedad”.
QUÉ DICEN HEZBOLLAH E ISRAEL
Las detonaciones se produjeron en su mayor parte en zonas donde el grupo tiene una fuerte presencia, en especial un suburbio en el sur de Beirut y la región de Beqaa en el este de Líbano, así como en Damasco, según funcionarios de seguridad libaneses y un funcionario de Hezbollah. El funcionario de Hezbollah habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con la prensa.
Hezbollah, que ha responsabilizado a Israel, dijo en un comunicado el miércoles por la mañana que continuaría sus ataques habituales contra Israel “como en los últimos días”, dentro de lo que describe como su apoyo a su aliado, Hamas, y a los palestinos en Gaza.
“Este camino es continuo y separado del difícil ajuste de cuentas que el enemigo criminal debe esperar por su masacre del martes que cometió contra nuestro pueblo, nuestras familias y nuestros combatientes en Líbano”, afirmó. "Este es otro ajuste de cuenta que llegará, Dios mediante".
Hezbollah comenzó a lanzar cohetes al otro lado de la frontera con Israel el 8 de octubre, al día siguiente de que un letal ataque de Hamás en el sur de Israel provocara una gran contraofensiva israelí y la guerra que continúa en Gaza. Desde entonces, Hezbollah y las fuerzas israelíes han cruzado fuego casi a diario, una violencia que ha matado a cientos de personas en Líbano y decenas en Israel, además de desplazar a decenas de miles de personas a ambos lados de la frontera.
EL HORROR DESPUÉS DE LA TRÁGICA EXPLOSIÓN
En hospitales en Beirut el miércoles, el caos de la noche anterior había remitido en su mayor parte, aunque los parientes de los heridos seguían esperando.
El ministro libanés de Salud, Firas Abiad, dijo a la prensa durante una visita a hospitales el miércoles por la mañana que muchos de los heridos sufrían “heridas graves en los ojos” y otros habían sufrido amputaciones de miembros. No se permitió la entrada de periodistas a salas de hospitales ni grabar a los pacientes.
El ministro de salud dijo que los heridos se habían repartido entre todos los hospitales de la zona para evitar que un solo centro se viera sobrecargado, y añadió que Turquía, Irak, Siria y Egipto se habían ofrecido a ayudar a atender a los pacientes.
El miércoles por la mañana, un avión militar iraquí aterrizó en Beirut con equipamiento médico, según responsables del aeropuerto. Abiad dijo que el avión llevaba 15 toneladas de medicamentos y equipamiento médico.