El huracán Ian mató al menos a 148 personas en Florida, la mayoría de ellas en comunidades costeras donde el peligro de las marejadas ciclónicas está bien documentado, pero no se comprende del todo. Decenas se ahogaron mientras huían a pie, en sus automóviles o después de que el agua del mar se tragara sus casas. Más de una docena sobrevivieron a la inundación, pero sufrieron emergencias médicas que amenazaron sus vidas; cuando la tormenta finalmente permitió el paso de los paramédicos, nueve de ellos habían muerto.
Ian fue uno de los huracanes más mortíferos que azotó a los Estados Unidos en los últimos 20 años.
Gran parte del número de víctimas catastróficas era previsible y prevenible, según descubrió una investigación de NBC News. La tormenta de fines de septiembre expuso las deficiencias en la forma en que los gobiernos locales comunican el riesgo que representan los huracanes, deciden cuándo ordenar las evacuaciones e identifican y ayudan a los residentes más vulnerables.
Ian también ilustró el desafío de proteger a las comunidades costeras densamente pobladas del clima extremo empeorado por el cambio climático; miles de residentes costeros optaron por no evacuar. Algunos dijeron que no tenían suficiente advertencia, mientras que otros desconocían el peligro o carecían de los recursos para irse.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Tampa aquí.
La investigación se basó en una revisión de cientos de registros de defunciones, un examen de mapas de inundaciones y entrevistas con sobrevivientes, familiares de víctimas, proveedores de servicios, expertos en preparación para desastres y funcionarios públicos actuales y anteriores.
Leer artículo completo en NBCNews.com.