Cada año, aproximadamente 37 niños pierden la vida por golpes de calor tras ser olvidados o quedarse atrapados en autos. Este problema no es exclusivo del verano, ya que el 47% de estos incidentes ocurren cuando los niños debían ser dejados en la guardería o la escuela, especialmente hacia el final de la semana laboral.
Los jueves y viernes son los días con mayores incidencias, y más del 55% de las víctimas son menores de dos años. Estos datos ponen de relieve la importancia de tomar medidas preventivas para proteger a los más vulnerables.
Recomendaciones y cambios a tu rutina fundamentales son:
Revisión obligatoria: Verificar siempre el asiento trasero antes de cerrar el carro es una regla de oro para evitar olvidos fatales o materiales que te conviertan en víctima de los ladrones.
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Vehículos seguros: Es importante mantener los autos cerrados y asegurados para evitar que los niños ingresen por su cuenta, de igual manera proteges tus pertenencias.
Utilización de tecnología: Dispositivos y sensores modernos, instalados en vehículos nuevos, alertan a los conductores sobre la presencia de pasajeros en el asiento trasero, aunque no estés acompañado mira el asiento trasero para asegurarte que todo está bien.
Además, si se descubre a un menor solo en un vehículo, es importante actuar rápidamente. Llamar al 911 si el niño parece estar en peligro o no responde y, si es necesario, romper una ventana para realizar un rescate puede ser decisivo.
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Florida, particularmente afectada por este tipo de incidentes, se ubica como el segundo estado con más muertes de este tipo en la nación. La educación continua y la concienciación son esenciales para cambiar esta estadística alarmante y proteger a nuestros niños de un peligro evitable.
