DOHA, Catar – Cinco estadounidenses que estuvieron encarcelados en Irán durante años fueron liberados este lunes como parte de un acuerdo de intercambio de prisioneros que da a Teherán acceso a $6,000 millones en ingresos petroleros congelados bajo sanciones de Estados Unidos, según un alto diplomático de la región con conocimiento del intercambio.
Un avión que transportaba a los cinco estadounidenses y dos de sus familiares despegó de Irán y los llevó hasta Catar, que había ayudado a negociar el intercambio. La Casa Blanca dijo que los estadounidenses ya había despejado de Catar y se encontraban de camino hacia en EEUU la tarde de este lunes.
También se esperaba que cinco ciudadanos iraníes detenidos bajo custodia estadounidense fueran liberados como parte del acuerdo. NBC News informó por primera vez sobre las negociaciones de intercambio de prisioneros en febrero.
Pese al acuerdo, se prevé que las tensiones se mantengan entre EEUU e Irán, que se encuentran enfrascados en varias disputas, incluyendo sobre el programa nuclear iraní. Irán sostiene que el programa es para fines pacíficos, pero su enriquecimiento de uranio se acerca más que nunca a un nivel para usos bélicos.
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Siamak Namazi con su padre, Baquer Namazi. Cortesía de Babak Namazi
Días antes de que los estadounidenses fueran liberados, los legisladores republicanos en Washington DC criticaron el acuerdo, diciendo que equivalía a un pago de “rescate” y que sólo alentaría a Irán a encarcelar a más extranjeros. Un acuerdo similar de 2015 durante el gobierno de Barack Obama, en el que a Irán se le dio acceso a fondos bloqueados al mismo tiempo que se liberaba a los estadounidenses retenidos en Irán, también fue objeto de fuertes críticas por parte de los republicanos como una capitulación ante Teherán.
Pero las familias de los estadounidenses liberados dicen que sus seres queridos eran rehenes tomados cautivos por cargos falsos y utilizados como moneda de cambio por el gobierno iraní. Las familias y algunos exrehenes dicen que el gobierno de Joe Biden tuvo que utilizar la influencia que tenía disponible para garantizar la libertad de los ciudadanos estadounidenses encarcelados, o enfrentar la perspectiva de que los estadounidenses permanezcan encarcelados indefinidamente. Los presidentes anteriores, incluido Donald Trump, también participaron en intercambios de prisioneros.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní dijo este lunes que de los cinco iraníes liberados como parte del intercambio, dos planeaban regresar a Irán, uno se dirigía a un tercer país y otros dos tenían intención de permanecer en Estados Unidos, donde tienen residencia legal. .
Uno de los estadounidenses, Siamak Namazi, de 51 años, había estado encarcelado en Irán durante casi ocho años, más que cualquiera de los otros detenidos estadounidenses actuales. Graduado de la escuela secundaria White Plains de Nueva York y consultor de negocios con títulos de las universidades de Tufts y Rutgers, fue arrestado en 2015 y condenado por espionaje en un juicio que solo duró unas horas. Su padre, Baquer Namazi, fue detenido en 2016 cuando viajaba a Irán para visitar a su hijo. El mayor de los Namazi fue liberado en 2022.
Emad Shargi, de 59 años, un empresario nacido en Irán de Washington DC, que se mudó a EEUU cuando era joven, fue arrestado en abril de 2018. Fue puesto en libertad bajo fianza y absuelto de todos los cargos en diciembre de 2019, pero las autoridades iraníes se negaron a devolverle el pasaporte. Fue acusado nuevamente en 2020 y declarado culpable de espionaje sin juicio.
Emad Shargi, un empresario de Washington, D.C., fue uno de los cinco estadounidenses liberados el lunes.
Morad Tahbaz, de 67 años, un iraníestadounidense que también tiene ciudadanía británica, fue arrestado en enero de 2018 y condenado por espionaje en 2019.
Tahbaz era parte de un grupo de activistas ambientales que llevaban a cabo investigaciones sobre la población de guepardos en peligro de extinción en Irán.
Los funcionarios estadounidenses dicen que las familias de los otros dos estadounidenses liberados solicitaron que sus nombres se mantuvieran en privado.
Roxanne Tahbaz sostiene una fotografía de su padre, Morad Tahbaz, durante una protesta en Londres.Stefan Rousseau/PA Images vía archivo Getty Images
Los grupos de derechos humanos dicen que Irán ha estado involucrado en la toma de rehenes durante décadas, utilizando a prisioneros extranjeros como herramienta para ejercer influencia sobre otros gobiernos. Los grupos de derechos humanos también dicen que los cargos de espionaje contra los prisioneros estadounidenses carecían de fundamento.
Irán niega la acusación y dice que todos los prisioneros son tratados de acuerdo con las leyes del país.
El intercambio de prisioneros no incluyó a dos residentes permanentes legales de Estados Unidos con tarjetas de residencia que permanecían tras las rejas en Teherán. Uno de ellos, Shahab Dalili, fue arrestado y encarcelado en 2016 mientras visitaba Teherán para el funeral de su padre, según su familia. Su esposa e hijos son ciudadanos estadounidenses que viven en Virginia. Recientemente, su hijo realizó una sentada durante días frente al Departamento de Estado, exigiendo que su padre fuera incluido en el canje.
Darian Dalili habla con una mujer fuera de la Casa Blanca mientras pide la liberación de su padre, Shahab Dalili, el 14 de agosto. Andrew Caballero-Reynolds/AFP vía archivo Getty Images
Jamshid Sharmahd, un desarrollador de software que vive en California, fue secuestrado en 2020 durante una escala en los Emiratos Árabes Unidos y llevado a Irán, según su familia. Es ciudadano alemán y ahora enfrenta la pena de muerte por cargos de la llamada “corrupción en la tierra”. Pero su familia dice que simplemente abogó por la democracia en Irán.
Como primer paso en el intercambio de prisioneros, los cinco estadounidenses fueron puestos bajo arresto domiciliario el 10 de agosto y su liberación estaba condicionada a la transferencia de los $6,000 millones en ingresos petroleros congelados de Corea del Sur al banco central de Catar. El uso de los fondos liberados por parte de Irán será supervisado por Catar y restringido a la compra de alimentos, medicinas u otros artículos con fines humanitarios, según lo permitido por las sanciones estadounidenses.
El Departamento del Tesoro controlará las transacciones de la cuenta gestionada por Catar. Los funcionarios estadounidenses han advertido que Washington está dispuesto a congelar los fondos nuevamente si Irán viola las sanciones estadounidenses.
Sin embargo, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, dijo a Lester Holt de NBC News en una entrevista exclusiva que Teherán decidirá cómo gastar los $6,000 millones. Cuando se le preguntó si el dinero se utilizaría para otros fines además de las necesidades humanitarias, dijo: “Humanitario significa cualquier cosa que el pueblo iraní necesite, por lo que este dinero se presupuestará para esas necesidades, y las necesidades del pueblo iraní serán decididas y determinadas por el gobierno iraní”.
Añadió que el dinero se gastará "donde lo necesitemos".