La exfiscal general de Florida Pam Bondi fue elegida el jueves por Donald Trump para el cargo de fiscal general, horas después de que su primera opción, Matt Gaetz, se retirara de la consideración debido a que una investigación federal por tráfico sexual y una investigación ética generaron dudas sobre su capacidad para ser confirmado.
La política, de 59 años, ha estado durante mucho tiempo en la órbita de Trump, y su nombre había sido mencionado durante su primer mandato como posible candidata para el cargo.
Si es confirmada por el Senado, donde los republicanos tienen mayoría, Bondi se convertiría instantáneamente en uno de los miembros más observados del gabinete de Trump, dada la amenaza del republicano de tomar represalias contra sus adversarios y la preocupación entre los demócratas de que buscará doblegar al Departamento de Justicia a su voluntad.
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Estos son algunos datos importantes sobre Pam Bondi.
Ha sido una presencia constante en el mundo de Trump
Bondi ha sido una vieja aliada de Trump. En marzo de 2016, en la víspera de las primarias republicanas en Florida, Bondi respaldó a Trump en un mitin, eligiéndolo por encima del candidato de su propio estado, el senador de Florida Marco Rubio.
Ganó atención nacional con apariciones en Fox News como defensora de Trump y tuvo un notable lugar de oradora en la Convención Nacional Republicana de 2016, cuando Trump se convirtió de manera sorpresiva en el nominado del partido. Durante el discurso, algunos en la multitud comenzaron a gritar “Enciérrenla”, en referencia a la rival demócrata de Trump, Hillary Clinton.
Bondi respondió diciendo: ”‘Enciérrenla’, me encanta eso”.
Mientras Trump se preparaba para mudarse a la Casa Blanca, Bondi formó parte de su primer equipo de transición.
Cuando el primer secretario de Justicia de Trump, Jeff Sessions, fue destituido en 2018, el nombre de Bondi fue mencionado como posible candidata para el cargo. Trump en ese momento dijo que le “encantaría” que Bondi se uniera a la administración. Finalmente seleccionó a William Barr.
Ella se mantuvo en la órbita de Trump después de eso, incluso después de que él dejara el cargo. Sirvió como presidenta del America First Policy Institute, un centro de análisis establecido por exmiembros del gobierno de Trump para sentar las bases en caso de que ganara un segundo mandato.
Fue la primera mujer en ser fiscal general de Florida
Bondi hizo historia en 2010 cuando fue elegida como la primera fiscal general mujer de Florida. Aunque la nativa de Tampa pasó más de 18 años como fiscal en la Fiscalía Estatal del condado Hillsborough, era una desconocida política cuando ocupó el principal cargo policial del estado.
Bondi fue elevada en las primarias después de ser respaldada por la exgobernadora de Alaska y candidata a vicepresidenta Sarah Palin.
Hizo campaña con el mensaje de usar la fiscalía del estado de manera robusta e impugnar la ley de salud insignia del entonces presidente Barack Obama. También pidió que su estado adoptara la ley de inmigración de Arizona conocida como “muéstrame tus papeles” que provocó un debate nacional.
Como la principal fiscal de Florida, Bondi enfatizó los problemas de tráfico humano y pidió endurecer las leyes estatales contra los traficantes. Ocupó el cargo de 2011 a 2019.
Fue cabildera para clientes tanto de EEUU como extranjeros
Bondi trabajó como cabildera para Ballard Partners, la poderosa firma con sede en Florida donde era socia Susie Wiles, jefa de campaña de Trump y próxima jefa de despacho. Sus clientes en Estados Unidos han incluido a General Motors, el comisionado de las Grandes Ligas de Béisbol y un grupo activista cristiano contra la trata de personas.
También hizo cabildeo para una firma kuwaití, de acuerdo con expedientes de agentes extranjeros del Departamento de Justicia y documentos de cabildeo del Congreso. Se registró como agente extranjera para el gobierno de Qatar; su trabajo estaba relacionado con programas contra la trata de personas previos a la Copa del Mundo, celebrada en 2022.
Bondi también representó a KGL Investment Company KSCC, una firma kuwaití también conocida como KGLI, haciendo cabildeo ante la Casa Blanca, el Consejo de Seguridad Nacional, el Departamento de Estado y el Congreso sobre políticas de inmigración, derechos humanos y cuestiones de sanciones económicas.
Defendió a Trump durante su primer juicio político
Bondi dejó el cabildeo para formar parte del equipo de abogados de Trump durante su primer juicio político en 2020.
Fue acusado —pero no declarado culpable— de abuso de poder por supuestamente presionar al presidente de Ucrania para investigar a sus rivales demócratas mientras retenía ayuda de Estados Unidos. También fue acusado de obstrucción del Congreso por entorpecer la investigación.
Trump quería que el presidente de Ucrania se comprometiera públicamente a investigar al hijo de Joe Biden, Hunter Biden, quien formó parte del consejo administrativo de una compañía de gas ucraniana. Propugnó por la investigación mientras retenía casi 400 millones de dólares en ayuda militar.
Bondi fue traída para reforzar los mensajes y comunicaciones de la Casa Blanca. Trump y sus aliados buscaron deslegitimar el juicio político desde el principio, tratando de descalificar todo como una farsa.
Ha sido crítica de los casos penales contra Trump
Bondi ha sido una abierta crítica de los casos penales contra Trump, así como de Jack Smith, el fiscal especial que acusó a Trump en dos casos federales. En una aparición radial, criticó a Smith y a otros fiscales que han acusado a Trump, a quienes describió como “personas horribles” que estaban tratando de hacerse un nombre “yendo tras Donald Trump y utilizando nuestro sistema legal como arma”.
Es poco probable que Bondi sea confirmada a tiempo para coincidir con Smith, quien presentó dos acusaciones federales contra Trump que se espera concluyan antes de que el próximo presidente asuma el cargo. Se espera que los fiscales especiales presenten informes sobre su trabajo que históricamente se hacen públicos, pero sigue sin estar claro cuándo podría ser difundido dicho documento.
Bondi también estuvo entre un grupo de republicanos que se presentaron para apoyar a Trump en su juicio penal en Nueva York por hacer pagos para ocultar información comprometedora que terminó en mayo siendo declarado culpable de 34 cargos de delito grave.
Como presidente, Trump exigió investigaciones sobre oponentes políticos como Hillary Clinton, y buscó usar la autoridad del Departamento de Justicia para sus propios intereses, incluido el tratar de anular los resultados de las elecciones de 2020. Bondi parece dispuesta a complacerlo.
Bondi heredaría un Departamento de Justicia que se espera cambie drásticamente en derechos civiles, temas corporativos y los procesos contra cientos de partidarios de Trump acusados por el motín del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos, a quienes Trump ha prometido indultar.
Ha tenido sus propios problemas políticos
Bondi emitió una disculpa pública en 2013 mientras fungía como fiscal general después de que buscó retrasar la ejecución de un asesino condenado porque coincidía con un evento de recaudación de fondos para su campaña de reelección.
La fiscal general, que representa al estado en apelaciones de pena de muerte, típicamente permanece disponible en la fecha de ejecución en caso de cualquier problema legal de último momento.
Bondi más tarde dijo que estaba equivocada y lamentaba haber solicitado al entonces gobernador Rick Scott que retrasara la ejecución de Marshall Lee Gore por tres semanas.
Bondi solicitó personalmente una contribución política de Trump en 2013 mientras su oficina estaba considerando si se sumaba a Nueva York en una demanda por acusaciones de fraude que involucraban a la Universidad Trump.
Trump emitió un cheque de $25,000 desde la fundación caritativa de su familia para un comité político que apoyaba a Bondi, lo que violaba las prohibiciones legales contra las caridades que apoyan actividades políticas partidistas. Después de que llegó el cheque, la oficina de Bondi desestimó demandar a la compañía de Trump por fraude, alegando motivos insuficientes para proceder. Tanto Trump como Bondi negaron haber cometido alguna irregularidad.
Dos días antes de ser investido como presidente en enero de 2017, Trump pagó $25 millones para zanjar tres demandas que alegaban que la Universidad Trump había defraudado a sus estudiantes.
Trump también pagó una multa de $2,500 al IRS por la donación política ilegal para apoyar a Bondi desde la Fundación Donald J. Trump, que se vio obligado a disolver en medio de una investigación del estado de Nueva York.
Un fiscal de Florida asignado por el entonces gobernador republicano Rick Scott más tarde determinó que no había pruebas suficientes para respaldar cargos de soborno contra Trump y Bondi por la donación de $25,000.