MILWAUKEE - Solo dos de los ocho aspirantes republicanos a la Casa Blanca que participaron el miércoles en el primer debate de primarias dejaron en claro que no apoyarán a Donald Trump si es condenado por alguno de los múltiples delitos de los que ha sido acusado.
El exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, y el exgobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, fueron los dos únicos que no levantaron la mano al ser preguntados si apoyarían al favorito de estas primarias, el expresidente Trump, en caso de condena.
Y solo ellos y el exvicepresidente Mike Pence -que sí levantó levemente la mano en la citada pregunta aunque la bajó muy poco después- criticaron abiertamente al expresidente.
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Mientras, el principal rival de Trump en esta carrera según las encuestas, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, rehusó contestar a preguntas sobre el 6 de enero.
La primera pregunta sobre el "elefante ausente en la habitación" -como llamó a Trump uno de los moderadores, el presentador Bret Baier- provocó uno de los momentos más tensos del debate republicano.
Baier quiso que los ocho precandidatos levantaran la mano si apoyarían a Trump aunque fuera condenado por alguno de los múltiples casos por los que se le acusan, y todos menos Christie y Hutchinson lo hicieron, aunque DeSantis tardó en alzarla y Pence lo hizo detrás del resto y levemente.
Chris Christie, el aspirante más crítico con Trump desde el inicio de esta carrera, insistió en que "alguien tiene que dejar de normalizar estas conductas" y señaló que independientemente de lo que se opine sobre los cargos contra Trump, su conducta en el asalto al capitolio del 6 de enero de 2021 fue "impropia" de su cargo como presidente.
"Trump dijo que estaba bien suspender la Constitución cuando su juramento es protegerla", dijo Christie, quien añadió que todo el mundo "debería reconocer" a Mike Pence porque aquel día sí cumplió su obligación de defender la Constitución.
La mayoría de los presentes consideró que Pence hizo lo correcto aquel día, mientras que el entonces vicepresidente recordó cómo Trump le pidió que lo colocara "por encima de la Constitución" y "por supuesto" se negó a hacerlo como se negaría de nuevo.
Pero Ron DeSantis no quiso ponerse claramente del lado de Pence y cuando le reprocharon que no respondiera a esa cuestión replicó que ya lo había hecho en otras ocasiones y criticó que se insistiera en hablar del 6 de enero, del pasado, y no del futuro.
El empresario Vivek Ramaswamy, que en todo el debate presumió de ser el único "no político" de esta terna, dijo que Trump ha sido "el mejor presidente" del país pero lamentó que ahora esté "motivado por el lamento y la venganza".
El otro gran crítico de Trump, Asa Hutchinson, advirtió de que el partido Republicano afronta un "grave problema" en su posición frente a lo que hizo Trump el 6 de enero, un "crimen muy serio" que él no piensa apoyar.
Y la única mujer de este grupo, la ex embajadora ante Naciones Unidas, Nikki Haley, defendió a Pence pero también pidió hablar del futuro para que los estadounidenses decidan, y aprovechó para recalcar que es "hora de un nuevo líder conservador", porque tres de cada cuatro estadounidenses no quieren un nuevo duelo Trump-Biden.
Trump fue el gran ausente de este debate al que se ha negado a ir por entender que es el líder indiscutible de los republicanos.
EL ABORTO, TEMA CANDENTE
Previamente, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, fue el primero en intervenir en el primer debate de los precandidatos republicanos a la presidencia, con un ataque directo a Joe Biden y sin hacer mención al gran ausente de la noche, el expresidente Donald Trump, quien rechazó participar en la cita.
"El declive del país no es inevitable, es una elección. Necesitamos enviar a Joe Biden de regreso a su sótano y revertir el declive estadounidense", apuntó DeSantis, el segundo favorito según las encuestas para ser elegido el candidato republicano a las elecciones presidenciales de 2024.
En la segunda media hora, el tópico principal fue el aborto, donde los precandidatos reiteraron su apoyo a la prohibición de terminar el embarazo. "Yo creo en una cultura de la vida", dijo DeSantis cuando fue consultado.
Mike Pence, por su parte, dijo que si es electo "el pueblo estadounidense tendrá un presidente campeón por la vida".
Todos los participantes se identificaron como “provida”, pero difirieron en cuanto al momento en que deberían implementarse las restricciones después de que el máximo tribunal puso fin al derecho constitucional a la interrupción del embarazo y dio pie a una oleada de restricciones en estados con gobiernos republicanos.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien se ubica en un lejano segundo lugar detrás de Trump, se negó nuevamente a decir si está a favor de una prohibición a nivel federal.
“Voy a estar del lado de la vida. Miren, entiendo que Wisconsin lo hará de manera distinta a Texas. Entiendo que Iowa y Nueva Hampshire serán diferentes, pero apoyaré la causa de la vida como gobernador y como presidente”, declaró.
La exembajadora ante la ONU Nikki Haley volvió a abogar por el consenso sobre el tema, argumentando que sería sumamente complicado aprobar una prohibición a nivel federal sin más republicanos en el Congreso.
“El consenso es lo opuesto al liderazgo”, rebatió el exvicepresidente Mike Pence, cuya campaña se basa en su oposición al derechos al aborto.
Pence está a favor de una prohibición federal a la interrupción del embarazo a las seis semanas de gestación, antes de que muchas mujeres sepan siquiera que están encinta, y ha hecho un llamado a los demás aspirantes republicanos a que apoyen una prohibición nacional después de 15 semanas, como mínimo.
Los precandidatos expusieron sus posturas además sobre cambio climático, la violencia por las armas, Ucrania, la economía y la crisis en la frontera.
Cuando faltan menos de cinco meses para que las asambleas de Iowa den el pistoletazo de salida al proceso de nominación presidencial del Partido Republicano, el debate fue una oportunidad decisiva para que los candidatos menos votados se presenten ante millones de electores, muchos de los cuales acaban de empezar a prestar atención a la contienda.
TRUMP CON TUCKER CARLSON
Mientras los ocho candidatos a la nominación presidencial republicana intentaban presentar sus argumentos de por qué el partido debería darle vuelta a la página de Donald Trump en los comicios de 2024, el expresidente dijo que todos son irrelevantes excepto él.
Trump, quien encabeza los sondeos para la nominación presidencial del Partido Republicano, se ausentó del primer debate y en su lugar apareció en una entrevista previamente grabada con el expresentador de Fox News, Tucker Carlson, la cual se publicó en la plataforma X, conocida previamente como Twitter. La entrevista se publicó en internet cinco minutos antes del inicio de la transmisión del debate.
“¿Debería sentarme por una o dos horas, lo que sea que tarde, para ser acosado por personas que ni siquiera deberían postularse a la presidencia?”, preguntó Trump durante su entrevista de 46 minutos de duración. “¿Debería hacer eso en una cadena que no es necesariamente amistosa conmigo?”
Trump no tardó en atacar a algunos de sus rivales: dijo que el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson era un ejemplo de alguien que no debería estar en el escenario del debate, lo mismo que el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie. Tanto Christie como Hutchinson han criticado a Trump y han dicho que no debería postularse a la presidencia.