Luego de su paso por el Caribe y causar daños en diferentes ciudades durante la última semana de septiembre de 2022, el huracán Ian se dirigía hacia la costa Suroeste del estado de Florida con fuerza de un huracán categoría 4 y en dirección a la Bahía de Tampa, pero mientras el tiempo continuaba pasando los pronósticos cambiaron hacia el área de Ft. Myers.
Residentes y visitantes se preparaban para enfrentarse al fenómeno atmosférico o evacuar sus hogares luego de los informes de las autoridades en las que notificaban que a partir del momento que los vientos superaran las 45 millas por hora los servicios de emergencia y rescate estarían suspendidos por varias horas.
El 28 de septiembre de 2022 aproximadamente a las 12 p.m. los servicios de emergencia fueron suspendidos. Decenas de rescatistas, primeros auxilios, policías y bomberos permanecieron acuartelados por seguridad esperando que bajara la intensidad de los vientos para salir y encontrarse con la devastación luego de 12 horas de la furia de la madre naturaleza.
La devastación después del huracán
El jueves 29 de septiembre de 2022 fue el comienzo de un difícil proceso de recuperación para el Suroeste de Florida. Muchos de los lugares que los floridanos y turistas acostumbraban a visitar ya no existían, literal de un día a otro.
Como resultado de la devastación, las autoridades declararon al Suroeste de Florida como una zona de desastre y comenzaron a llegar las ayudas de todas partes del país tanto estatal como federal. Los rescates se realizaban por tierra, aire y agua, sin embargo, también hubo cuestionamientos sobre la respuesta de las autoridades y la supuesta tardanza en ordenar las evacuaciones.
El huracán Ian ha sido catalogado como uno de los huracanes más destructivos y mortíferos que dejó tan solo 145 muertes en Florida, la mayoría en el Condado Lee, el cual continúa luchando por recuperarse de la devastación.
Uno de los huracanes más destructivos y mortíferos que dejó tan solo 145 muertes en Florida, la mayoría en el Condado Lee.
A seis meses del paso del huracán Ian por nuestra zona las industrias de agricultura y ganadería siguen luchando para salir adelante luego de grandes perdidas registradas antes, durante y después del fenómeno atmosférico que envío fuertes vientos y lluvias dañinas.
La ganadería familiar Dakin Dairy Farms ubicada en la comunidad Myakka City en el Condado Manatee perdió más de 200 vacas luego que las condiciones del tiempo las dañara.
El ojo del huracán Ian pasó a unas 22 millas del Condado Manatee, sin embargo, dicha región se salvó en gran medida del fenómeno, pero las comunidades agrícolas en la zona interior fueron devastadas por vientos que alcanzaron las 100 millas por hora.
El huracán Ian dejó fuerte lluvias a su paso por el estado de Florida.
Note: Recorded precipitation from 7 a.m. Sept. 27 to 7 a.m. Sept. 30. Source: NOAA
Amy O'Kruk/NBC
Memorias entre los escombros que dejó el feroz Ian
Miles de historias las que dejó el paso del huracán Ian por el estado de Florida, una de ellas es la de Natalie Hinckley, una madre que ahora vive con sus hijos en un bote luego de perder todas sus pertenencias cuando el fenómeno atmosférico del 28 de septiembre de 2022 destruyó el hogar de sus sueños dejándolos sin un techo seguro para vivir.
Natalie y su esposo decidieron quedarse en su residencia para pasar el huracán allí ya que sus dos hijos se encontraban con sus abuelos en Miami celebrando un cumpleaños. El miércoles 28 de septiembre ya estos padres de familia no tenían marcha atrás, el huracán Ian llegaba a Ft. Myers Beach y con él sus efectos.
Ahora esta familia vive para poder contar cómo sobrevivieron a la furia de la madre naturaleza y cada vez que regresan a lo que llamaron una vez hogar pueden encontrar memorias entre los escombros.
El agua lo echó a perder todo
Tras los fuertes vientos y las lluvias intensas, el huracán Ian golpeó también otras partes de Florida como el Condado Polk que a seis meses de su paso a sus comunidades se les ha hecho cuesta arriba recuperarse.
Son muchas las víctimas afectadas a lo largo de la ruta estatal 60 en el área de Bartow y Ft. Meade donde las aguas del río Peace y lagos como St. Charles poco a poco terminaron echando todo a perder.
A seis meses del paso de Ian, todo sigue igual, como si nada hubiera pasado, techos y paredes afectadas, pequeños lagos situados en diferentes lugares albergando pequeños cocodrilos. Los residentes de las zonas afectadas dicen que nada ha mejorado y la salud de quienes residen allí se ha afectado por la presencia de mosquitos y pestes.
Las ayudas para los damnificados poco a poco han ido llegando, más de $7,100 millones han sido aprobados para ayuda federal, otros 708.2 millones de dólares en asistencia de vivienda y más de 360.8 millones de dólares para la asistencia en otras necesidades. Muchos de los damnificados dicen no haber recibido alguna ayuda, pero gracias a su ímpetu y ganas de salir adelante nada los detendrá de reconstruir sus vidas.
Más de $7,100 millones han sido aprobados para ayuda federal, $708.2 millones para asistencia de vivienda y más de $360.8 millones para asistencia en otras necesidades.
La primera vista de la devastación y su respuesta
Las primeras horas después de una emergencia son las más importantes, pero el nivel de desastre ocurrido en Ft. Myers Beach requería la participación de múltiples agencias de rescate, primeros auxilios y seguridad, al frente de esas acciones y decisiones estuvo la Oficina del Alguacil del Condado Lee.
Tras la devastación las autoridades respondieron para rescatar a personas utilizando decenas de estrategias y utilizando ayuda de todas partes del país. También hubo cuestionamientos sobre la respuesta de las autoridades del Condado Lee y la supuesta tardanza en ordenar las evacuaciones.
En una conferencia de prensa el alguacil del Condado Lee, Carmine Marceno, dijo “Hicimos lo que teníamos que hacer al momento exacto. No cambiaría nada, y se que durante esas reuniones minuto a minuto esta tormenta fue impredecible”.
Actualmente las comunidades más afectadas por el paso del huracán Ian hace seis meses continúan trabajando fuertemente para reconstruirse, sobreviviendo entre la realidad y necesitad de reparar sus residencias para mantener a sus familias a salvo.