Hanukkah, la festividad judía donde se encienden velas durante ocho días, comienza este año el día de Navidad, lo cual solo ha ocurrido cuatro veces desde 1900.
Para algunos rabinos, la coincidencia de las dos festividades religiosas es una ocasión propicia para el compromiso interreligioso.
“Esta puede ser una oportunidad profunda para el aprendizaje, la colaboración y la unión”, dijo el rabino Josh Stanton, vicepresidente de las Federaciones Judías de Norteamérica, quien supervisa las iniciativas interreligiosas que involucran a las 146 federaciones judías locales y regionales que su organización representa.
“El objetivo no es hacer proselitismo; es aprender profundamente unos de otros”, apuntó. “Se trata de que los demás te vean como te ves a ti mismo”.
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Un ejemplo de unión: una fiesta llamada Chicanukah organizada el jueves por la noche por varias organizaciones judías en Houston, que reunió a miembros de las comunidades latina y judía de la ciudad para una “celebración festiva intercultural”. El lugar: el Museo del Holocausto de Houston.
La comida que se ofreció fue una mezcla de las dos culturas. Por ejemplo, una barra de latkes —pastes fritos de papa— con guacamole, chile con queso y pico de gallo, así como puré de manzana y crema ácida. Y los pastelillos tipo dónut eran sufganiots —una especialidad de Hanukkah— y buñuelos. Una banda de mariachis interpretó la canción popular judía “Hava Nagila”.
“Lo que realmente nos une son nuestros valores compartidos: nuestra fe, nuestras familias, nuestro legado”, dijo Erica Winsor, funcionaria de asuntos públicos de la Federación Judía del Gran Houston.
El rabino Peter Tarlow, director ejecutivo del Centro para las Relaciones Latino-Judías, con sede en Houston, informó que el primer evento de Chicanukah, hace 12 años, atrajo a 20 personas, mientras que este año la multitud fue de alrededor de 300, y podría haber sido mayor si no se hubiera limitado la asistencia.
Agregó que los asistentes a la fiesta eran una mezcla aproximadamente pareja de latinos —algunos de ellos judíos de origen latinoamericano— y judíos “anglosajones”.
“Hay demasiado odio, demasiada separación contra tanto los judíos como los latinos”, dijo Tarlow. “Esta es una manera en la que podemos unirnos y demostrar que nos apoyamos mutuamente”.
Aunque se pretende que Hanukkah sea una festividad alegre y festiva, los rabinos señalan que este año se celebra en medio de conflictos continuos que involucran a las fuerzas israelíes en Oriente Medio y de temores por los incidentes generalizados de antisemitismo.
El rabino Moshe Hauer, vicepresidente ejecutivo de la organización Orthodox Union (Unión Ortodoxa), reconoció que muchos judíos pueden sentirse ansiosos de cara a Hanukkah este año.
Pero expresó su confianza en que la mayoría mantendrá la tradición clave: el encender cada día una vela más en la menorá de Hanukkah —la janukiá, el candelabro con nueve brazos en lugar de siete— y exhibirla donde sea visible: en la ventana de la casa y en espacios públicos.
“La postura de nuestra comunidad —sin estridencias, solo con determinación—, es que la menorá debe estar en nuestras ventanas, en un lugar donde el público la vea”, dijo Hauer.
“No es tanto para nosotros, la comunidad judía, como para el mundo”, añadió. “Tenemos que compartir esa luz. Poner la menorá en la ventana es nuestra expresión de que trabajamos para ser una luz entre las naciones”.
Hauer coincidió con Stanton en que la superposición este año de Hanukkah y Navidad es “una oportunidad excepcional para ver y experimentar la diversidad de Estados Unidos y la diversidad de sus comunidades de fe”.
El rabino Motti Seligson, director de relaciones públicas del movimiento jasídico Chabad-Lubavitch, señaló que este año se conmemora el 50 aniversario de un hito en el encendido público de janukiás.
Fue el 8 de diciembre de 1974 —como parte de una iniciativa lanzada por el rabino Menachem M. Schneerson, líder del movimiento— cuando se encendió una menorá de Hanukkah fuera del Independence Hall (Salón de la Independencia) de Filadelfia, donde se albergaba la Campana de la Libertad en ese momento.
“Hanukkah es una celebración de la libertad religiosa, que no se da por sentado”, dijo Seligson. “Una de las formas de hacerlo es celebrándola públicamente”.
Dijo que el movimiento Chabad-Lubavitch organizaba alrededor de 15,000 encendidos públicos de janukiás este año a través de sus numerosas filiales en todo el mundo. “Sin duda, hay cierta aprensión”, manifestó Seligson, en referencia a las preocupaciones sobre el antisemitismo y la fricción política. “Algunas personas se preguntan si los judíos celebrarán tan abiertamente como en el pasado”.
“Lo que escucho es que no hay forma de que no lo hagamos”, agregó. “La única manera de superar estos tiempos difíciles es manteniéndonos más fuertes y más orgullosos y brillando más que nunca”.
Stanton estuvo de acuerdo.
“A lo largo de nuestra historia, hemos pasado por momentos que son fáciles y momentos que son difíciles”, dijo. “La seguridad para nosotros no proviene de escondernos. Proviene de tender la mano”.
¿Por qué Hanukkah se celebra tan tarde este año?
La respuesta es sencilla: el calendario judío se basa en ciclos lunares y no está sincronizado con el calendario gregoriano, que fija la Navidad el 25 de diciembre. Hanukkah siempre empieza el día 25 del mes judío de Kislev, una fecha que se da entre finales de noviembre y finales de diciembre en el calendario gregoriano.
La última vez que Hanukkah empezó el día de Navidad fue en 2005, pero el término “Chrismukkah”, que significa la superposición de las dos fiestas, ya era popular antes de esa fecha. El término ganó más popularidad en 2003, cuando Seth Cohen, personaje de la serie de televisión “The O.C.”, adoptó la fusión de las fiestas como un homenaje a su padre judío y a su madre protestante.
Esta temporada, el canal Hallmark estrenó una película navideña llamada “Leah’s Perfect Gift (“El regalo perfecto de Leah”), que muestra a una joven judía que había admirado la Navidad desde lejos y tiene la oportunidad de vivirla de cerca cuando su novio la invita a pasar las fiestas con su familia. Alerta de espóiler: no todo va sobre ruedas.
A pesar de que estas historias sugieren una fascinación por la Navidad entre algunos judíos, Stanton informó que la investigación de las Jewish Federations (Federaciones Judías) revela un incremento de judíos que buscan conexiones más profundas con sus propias tradiciones y su comunidad, así como un aumento de judíos que se ofrecen como voluntarios para actividades de beneficencia durante las fiestas.
“La oportunidad es compartir con otros cómo celebramos Hanukkah”, dijo. “Es una fiesta de libertad, esperanza, de mostrar con orgullo que eres judío”.