La temporada de huracanes, que inició el 1 de junio, finalizó el pasado 30 de noviembre, marcada por un agosto tranquilo, pero un septiembre mortal.
En total, se desarrollaron 14 tormentas con nombre, ocho huracanes, dos de mayor categoría y récords sin precedentes como fue el paso del huracán Fiona en Puerto Rico y el huracán Ian, catalogado como el más mortífero que ha azotado a Estados Unidos en casi dos décadas con consecuencias catastróficas para la Florida.
En el invierno la falta de las condiciones imprescindibles para la formación de los ciclones tropicales, como el enfriamiento de las aguas oceánica, entre otras razones, dificultan su formación y desarrollo.
Sin embargo, de acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), desde 1851 hasta 2020 se han formado 20 tormentas, llegando 7 a huracanes en diciembre. Mientras que en enero, han sido cinco, de las cuales tres se convirtieron en huracanes y solamente una se ha formado tormenta tropical en febrero.
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EL PASO DE FIONA E IAN
A mediados de septiembre, Fiona impactó la isla de Puerto Rico como un huracán de categoría 4, dejando a su paso más de 30 pulgadas de lluvia en algunas partes de la región, lo que provocó 25 muertes y acentuando aún más el dañó a la infraestructura eléctrica que aún no se recupera del huracán María a cinco años.
Dos semanas después, Ian -de categoría 4- azotó Florida con vientos de 150 millas por hora (mph) dejando, al menos, 114 muertes, lluvia intensas, marejadas ciclónicas catastróficas impulsadas por el viento, inundaciones históricas en el centro del estado, erosión significativa en las playas y pérdidas millonarias.
Ian fue ha sido el ciclón más mortífero que ha impactado Florida en casi un siglo y la más mortífera en Estados Unidos desde que Katrina tocó tierra en el estado de Louisiana en 2005.
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Por su parte, Nicole cerraría oficialmente la temporada como la última tormenta convirtiéndose en la primera en amenazar a Florida en noviembre en casi cuatro décadas.Con vientos de 75 mph golpeó algunas de las áreas severamente dañadas por Ian seis semanas antes.
El cambio climático, el peligroso aumento del riesgo y la vulnerabilidad con una población creciente en la costa hacen parte de las cifras mortales durante este periodo que culmina el 30 de noviembre.